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La pulsera de piedra de lava, perla roja y ónix envuelto en metal es un encuentro de fuego, elemento y silencio. La textura porosa de la lava conserva la energía pura de la naturaleza, la perla roja aporta ritmo y pulso, y el ónix rodeado de metal sella la pieza como símbolo de fuerza y protección.
Es una composición de contrastes – rudeza y brillo, suavidad y dureza – entrelazados en un solo sistema que se lleva como una señal personal.🌋
